INSUFRIBLES, INAGUANTABLES, INTENSOS

Si bien la intensidad es una característica propia de la adolescencia, hay niños y adultos intensos. Viven la vida sin matices, gozan inmensamente y sufren en forma desmedida. Para ellos, la vida está llena de colores pero también de dolores y problemas en demasía.

Uno de los grandes problemas de la intensidad es perder perspectiva y distancia. Las personas intensas actúan movidas por sentimientos o emociones potentes pero efímeros, como si estos fuesen permanentes. Por la fuerza de lo sentido, les da la impresión de un convencimiento absoluto. Pero, al cabo de poco tiempo, al estar en otro espacio emocional, lo actuado no da cuenta de lo que “realmente” sentimos y así complicamos relaciones o nos dificultamos espacios de acción -sociales, académicos o laborales- innecesariamente.

Los intensos deberían incorporar dos aspectos facilitadores: el tiempo y el humor. El tiempo en cuanto a postergar sus actos unos días. Si al cabo de ese tiempo aún la interpretan esas palabras, entonces comuníquelo.

Lo otro es el humor, es decir, la capacidad de tomar perspectiva y reírse de sí mismo, ver el ángulo absurdo o francamente ridículo de la situación. Obviamente esto no sucede en el momento, cuando uno vive las cosas, las sufre o goza intensamente, sino que es algo que se logra con el tiempo, al tomar perspectiva.  

Confunden ser intensos con vivir la vida con intensidad. Eso es un error.

El intenso persigue, agobia, acosa, controla y acapara a su pareja y a sus relaciones de interés,su mirada del amor es obsesiva y asfixiante, llegando incluso a abrir la nariz para referirse a ciertos temas.

Su posible seguridad la llena de miedo porque no cree en el otro ni en sí mismo.

Los amigos casi no los soportan y la familia termina cansándose de lidiar con ellos.

MANIFESTACIONES

Reacciones emocionales y vulnerabilidad emocional fuertes y desproporcionadas.

Hipersensibilidad a estímulos mínimos.

Comportamiento impulsivo y mal planeado que más tarde es reconocido como alocado, tonto y contraproducente.

Falta de claridad y definición de objetivos, prioridades, sentimientos, entre otros.

Sentimiento de vacío; localizado a veces en la boca del estómago.

Las relaciones sociales se vuelven carentes de finalidad y confusas. Se producen numerosos cambios con respecto a las relaciones.

Dificultades para establecer límites personales así como para respetar los límites de los demás.

Tendencia a idealizar y devaluar a los demás; sintiendo por una misma persona admiración y otras veces odio y decepción.

Tienden a "dividir" a las personas que conviven con ellos o a grupos de personas con los que tienen más relación; de forma que unos estén "a favor" de ellos y otros "en contra".

Alterna entre considerar a los otros de su lado o en su contra, las situaciones desastrosas o ideales.

Cambia sus opiniones de forma brusca en función del interlocutor.

Cree que otros son responsables de sus acciones o se responsabiliza de las acciones de otros.
Incluso llegan a decirte: " Me podías haber escrito aunque sea un punto"

Lo bueno es que se puede aprender a vivir de mejor modo, a no dañar el entorno y a vivir la vida con intensidad pero con relaciones amorosas sanas y si no aprenden, mejor no tocarlos ni con un palito.