EL AMOR, EL PSEUDOAMOR Y LOS CELOS

Los celos forman parte de la relación amorosa. La ilusión que se tiene de ser único y extraordinario en el mundo se esfuma al entrar en escena "un tercero".

La soledad provoca tal angustia que exacerba el miedo de perder a la persona amada. Justamente para contrarrestar esa angustia es que surgen los celos. A su vez, demuestran el dolor que conlleva darse cuenta que uno no es irremplazable.

En las relaciones de pareja es fundamental respetar la libertad de cada miembro, su estado anímico y sus necesidades. Cuando en ocasiones uno de los integrantes de la pareja se cree propietario de los sentimientos de él o de ella, entonces, el equilibrio se rompe y aparecen los celos.

El perfil psicológico de la persona que siente celos se relaciona con la baja autoestima y la inseguridad. Estas personas, además de tener reacciones emocionales negativas, tienen necesidades de estimación y demanda continua de aprobación. La persona celosa reclama un sacrificio, desea ser amado incondicionalmente, siendo incapaz de sacrificarse, puesto que suele ser demasiado egoísta y desconfiado. Por estas necesitadas de estimación, suelen demandar constante aprobación.

Cualquier cambio en el contexto de la pareja puede llegar a ser motivo para una reacción de celos en personas. Aparecen pensamientos de engaño y se atiende selectivamente a señales de alerta, creando de esta manera un rival imaginario inexistente. Al no poder controlar estos sentimientos la persona se torna cada vez más insegura e hipervigilante, generando, como consecuencia, reacciones agresivas o "escenas de celos".

A largo plazo, los interrogatorios se vuelven rutina. La persona celosa controla la libertad y movimientos de su pareja y la relación comienza a deteriorarse. El bienestar de la pareja teñida de celos se va debilitando paulatinamente. En una pareja donde los celos predominan, se presenta la frustración y la pérdida que provocan odio y agresión. Así, llegan cuestionar si realmente existe amor entre ellos.

James Parr, filósofo existencialista, propone causas y prevenciones de los celos románticos en su libro "Nuevas maneras de amar: cómo la autenticidad transforma las relaciones". En este libro expone su creencia sobre los celos y dice que surgen en una relación amorosa debido a tres factores: comparación, competencia y el temor a ser reemplazado.

Si la persona se vuelve más autónoma y creativa, la probabilidad de que los celos se produzcan es menor, ya que la relación entre estos tres factores se torna menos significativa.

Si uno se ama a sí mismo, la comparación con los otros disminuye y cuando la competencia no existe, se es menos vulnerable a sentir celos. Al volverse irremplazable en una relación los celos desaparecen.

En ocasiones, cuando los celos aparecen, son debido a malinterpretaciones de situaciones ambiguas. En vez de parar a pensar en otras posibles explicaciones, se permite que las emociones inunden el raciocinio. Por este motivo, es muy importante tomarse un momento para analizar tanto las impresiones como los pensamientos que atraviesan la mente en situaciones ambiguas.

Señales de alarma
Necesita controlar todos los movimientos de su pareja.
Opina que eres un ingenuo o una ingenua y te pueden engañar.
Sólo te quiere para sí.
Arma una escena de celos sin motivos. Cree saber más sobre usted que usted mismo/a
 Tácticas para evitar los celos
Intente que se sienta seguro/a de su relación, mostrando lo bien que están juntos, pero sin dar explicaciones de lo que haces constantemente.
Aclare desde el principio cualquier situación que le pueda llevar a crear una sospecha más.
No intente que reconozca que todo lo que le ocurre es por celos.
Explíquele cómo te sientes cada vez que te espía o te interroga.
Pregúntale por qué no puede confiar en ti si es que realmente te quiere. 

Reflexiones para una persona celosa
Piensa que tu pareja está contigo porque te quiere como eres. Si tienes amistades, ¿No es lógico que tu pareja también las tenga? Es importante fomentar aficiones al margen de tu pareja. Cuando le asalten dudas cálmate y luego habla sobre ellas. No se puede desconfiar de alguien que confía en ti. Tu pareja es libre de estar a tu lado. Tu pareja es una persona y no una propiedad. 

Distintas manifestaciones de celos
Las distintas escuelas psicológicas tienen diferentes enfoques sobre los celos.
En hombres, con temperamento depresivo, tristes, con problemas en sus relaciones conyugales, la reacción de los celos ha de ser depresiva y la tragedia final irá precedida de una gran angustia y de una lucha interna agobiante.

En cambio, en hombres de gran trabajo, acción, responsabilidad, la reacción celosa será activa, dinámica, explosiva, extendida en el espacio y en el tiempo. No se conforman, luchan siempre, pues corren al unísono el sentimiento amoroso y la razón analítica.

A su vez, los tímidos y opacos, sufren para sí, los celos son poco expresivos, aunque padecen mucho daño interior.

Las mujeres y hombres de emociones rápidas, de irritación fácil, de carácter colérico, poseen celos pasionales y terribles, y que suelen esclavizar a la persona amada.

Siente desprecio hacia la mujer que engañan con una mujer más joven. Su autoestima decrece, su orgullo se destruye y en compensación, busca un sustituto joven a quien se le brinda plenamente para tratar de apagar los celos que la angustian y agobian.

Los que padecen de alteraciones hormonales, hombres o mujeres, tienen celos patológicos que pueden ir acompañados de cambios radicales en el carácter y conducta. La glándula que más influye en los estados de celos es la Tiroides. Su disfunción puede traer manifestaciones somáticas: cervicales, genitales, corazón y otros órganos efectores. Son más importantes aún, las alteraciones psíquicas y de comportamiento, con estados de celos muy dinámicos y cambiantes.

Las bruscas descargas hormonales, traen variaciones en el comportamiento sexual, alteraciones en la conducta y sadismo intelectual para con su par.

Delirio CELOTÍPICO

En el delirio celotípico lo que sucede es que el sujeto transforma la situación de la relación amorosa en una situación triangular. El tercero introducido es un rival sobre el que se proyecta resentimiento y odio, acumulados por las frustraciones que ha sufrido o sufre el delirante celoso, que se siente burlado y abandonado.

Así la persona se torna hipervigilante, y tiene que sondear sentimientos, descubrir intenciones y desbaratar artimañas de su pareja. Generalmente, es mediante las encuestas y su propia reflexión que la persona delirante "esclarece" el misterio y llega a una "verdad", absoluta para él.

Cuando el delirio celotípico se ha formado, se sistematizan "pruebas", "pseudocomprobaciones", "falsos recuerdos", interpretaciones delirantes, de ilusiones, de la percepción, y de la memoria.

La angustia del paciente por delirios sobre la infidelidad de su esposa/o se convierte fácilmente en ira. La persona puede hacer de forma incesante acusaciones, espiar o seguir a su esposa/o, y malinterpretar acciones simples, como la forma en que se cierra una cortina como un mensaje al amante. Puede requerir la confesión de forma constante, asegurando el perdón. La agresión física es un peligro real.


Referencias bibliográficas
  
Gross, Richard (1994): "Psicología de la ciencia y la conducta". México, D.F.
Kaplan, H.; Sadock, B.; Grebb, J. (1997): "Sinopsis de Psiquiatría". Baltimore, Maryland, William Wilkins; Argentina, Editorial Panamericana.
Kaufmann, Friedrich (comp.) (1996): "Psicología general: elementos para una introducción". Buenos Aires - Argentina. Ed. De Belgrano.

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