ETERNIDAD
estás en mí, soñadora de mundos
Siempre anhelante de encantos forjada, temores divinos
para construir puentes de
amor, ternura, eres tú...
Te amo, mujer de mi gran viaje,
para siempre, en honor al sentir de los sentidos
del corazón arrebatado, desgarrado,
Compromiso de él, sin quererlo, estás anidada,
habitando...para siempre en mí.
En el instante que nuestras almas están solas, de éxtasis revestidas, amor, te amo... para siempre suspiros denodados, desorbitados, es y será ahí, la pasión, de ser UNO, a lo menos viene y va, ahora sí eres mía y soy tuyo...una vez más...cada vez tuyo como mí respiración que fluye junto a la tuya... en un solo corazón, bien...será la vida...
Gracias...por permitir
dos románticos en encuentro
Amor para renacer y comprender, que con sus semillas es fácil abandonarse a su influjo y resurrección.
ResponderEliminarUn beso.