La Ciudad y Ella
A veces la vida también nos llena de inestables sensaciones, de olores ya extinguidos, de huellas casi borradas. Atesoro su imagen y su melancolía, taciturna, majestuosa montaña que susurra cánticos de esperanza. Gracias por el valioso aporte que Marcelita nos envió.
A veces la vida también nos llena de inestables sensaciones, de olores ya extinguidos, de huellas casi borradas. Atesoro su imagen y su melancolía, taciturna, majestuosa montaña que susurra cánticos de esperanza. Gracias por el valioso aporte que Marcelita nos envió.
Quiero huir,
pero la desconozco,
extraño las lágrimas.
La soledad abunda y destruye
todo lo que hay en mí.
Recuerdos se vienen a la mente
tiempo de un pasado alegre
perros y gatos en el roñoso tejado.
Ella en la cocina como siempre.
Palabras dulces y cariño que anhelé.
Siempre atenta, preocupada ante lo venidero,
por las calles polvorientas y empapadas en melancolía,
emprendí mi doloroso y triste caminar,
recorriendo el centro de la pequeña y desgastada ciudad.
Los años las han maltratado,
ruinas y miserables casas se sostienen apenas.
Bazares cerrados, ausencia de vida en las aceras, implacable azote de la soledad,
lánguidos árboles, agotados y decadentes, aire de muerte.
sedientos de cariño, con sus ojos tristes y pelaje canoso.
Mirada agotada que clama por consuelo y piedad;
Un cielo extraño de tonalidad poco casual,
nubes que opacan el bello y cálido atardecer.
Diviso el mar a la distancia,
el negro punto sinónimo de perdición;
Cuantos pensarán hallar ahí la solución.
Irradia tristeza y desolación
Aguas negras y sosegadas.
Sigo mi camino y ahí está
Apenas se sostiene en pie la estación;
La estación que cobija aquellos trenes
metálicos, mensajeros de esperanza angustia y soledad
Aquel tren mensajero que con inmedible angustia
espero algún día me la traiga de nuevo.
espero algún día me la traiga de nuevo.
Seguramente el sol sigue quemando allá afuera y y sólo notamos el paso del minuto, por su sombra en la pared.
Buenos días Azucena, muchas gracias por pasarte por mi pequeño espacio. He leido tus pensamientos y refleciones y me gusta como escribes. Ella no está exenta del paso del tiempo, ni del caos provocado por el hombre. estupenda narración.
ResponderEliminarBesitos preciosa y feliz día
^____Pili____^
Gracias por seguir mi blog , compañera de versos ,tu blog respira serenidad y una sensibilidad especial.Tus palabras tienen un aura de paz.Saludos poéticos.
ResponderEliminarInteresante entrada, te leo de cerca :)
ResponderEliminarUna invitación a los míos:
http//globosagua.blogspot.com
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