A VECES EL AMOR ES UN VICIO DEL QUE CUESTA ARRANCAR.

Hay una sentencia  de Mark Twain que puede aplicarse perfectamente al nocivo efecto del amor que a veces más parece una droga. Señale nuestro ilustre poeta que:

Porque así es. Pretender cortarlo en seco es como pretender que injertando sobre una herida un trozo de piel humana, la herida estará curada. 

No, hay que abrirla, limpiarla, y aplicarle cuidados hasta que, poco a poco, vaya cicatrizando. Y eso toma tiempo y requiere de fuerza de voluntad.

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